IMPLEMENTACIÓN DE ACCIONES DE FORTALECIMIENTO PARA, LA CONSERVACIÓN DE LAS SEMILLAS NATIVAS Y CRIOLLAS EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE COLOMBIA
ORGANIZACIÓN: Organización Nacional Indígena de Colombia - Sistema de Monitoreo Territorial.
UBICACIÓN: Ámbito Territorial - ONIC.
OBJETIVOS DE LA INICIATIVA:
1. Implementar acciones de fortalecimiento basadas en el cuidado y rescate de las semillas nativas y criollas por parte de los pueblos indígenas de Colombia.
2. Identificar las diferentes prácticas y sistemas de recuperación, cuidado y producción que mantienen los pueblos indígenas para el rescate de las semillas nativas y criollas que hacen parte de su identidad cultural y soberanía alimentaria de cada pueblo.
3. Fortalecer los espacios de intercambio de saberes entre las comunidades, resguardos y pueblos indígenas beneficiados, permitiendo acceder a nuevas especies y recuperar aquellas que están en peligro de desaparecer en sus territorios que forman parte de patrimonio cultural.
ACTIVIDADES CLAVES A REALIZAR EN EL MARCO DE LA INICIATIVA:
- Intercambio inicial de saberes para definir qué especies se van a promover y selección de los lugares donde se implementarán las acciones.
- Consecución de semillas, insumos, preparación de los lugares donde se van a establecer los semilleros.
- Construcción de las casas de semillas
- Resultados y seguimiento
DURACIÓN DEL PROYECTO: 24 meses.
RESULTADOS ESPERADOS O ALCANZADOS A LA FECHA:
- Conservación de biodiversidad y recuperación de semillas nativas y criollas: Al establecer casas de semillas y viveros, se pretende preservar la diversidad genética de especies vegetales importantes para la seguridad alimentaria y la cultura indígena.
- Autonomía alimentaria: Estas iniciativas buscan reducir la dependencia de productos externos, permitiendo que las comunidades indígenas produzcan sus alimentos mediante prácticas tradicionales.
- Transmisión de conocimientos ancestrales: Las mingas y espacios de intercambio de saberes permiten que los mayores compartan su conocimiento sobre el cultivo y el uso medicinal de las plantas con las generaciones jóvenes.
- Fortalecimiento de prácticas agrícolas sostenibles: Al fomentar técnicas tradicionales y sostenibles, se minimiza el uso de pesticidas y productos químicos, lo cual es fundamental para la protección ambiental y la salud de las comunidades.
- Resiliencia climática: Estas acciones aumentan la capacidad de las comunidades para adaptarse a los cambios ambientales, ya que las prácticas de cultivo tradicionales y el uso de especies locales ayudan a enfrentar las variabilidades climáticas.
- Empoderamiento comunitario, especialmente de las mujeres: En varios proyectos, las mujeres tienen un rol central en el cuidado y manejo de las casas de semillas, lo que fortalece su liderazgo y contribuye a la cohesión social en la comunidad.
IMPACTO EN LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD Y RESTAURACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE:
- Rescate y conservación de especies nativas: Las casas de semillas actúan como centros de recuperación de semillas nativas y criollas, permitiendo que las comunidades indígenas mantengan y reproduzcan especies que son cultural y ecológicamente importantes. Esto ayuda a conservar la diversidad genética y a restaurar especies que habían desaparecido de sus territorios
- Ecosistemas más resilientes: Estas acciones promueven sistemas agrícolas basados en conocimientos tradicionales, los cuales son sostenibles y adaptados al entorno. Estas prácticas, además de proteger la biodiversidad, reducen la degradación de los suelos y promueven la reforestación, contribuyendo así a la estabilidad de los ecosistemas
- Conexión espiritual y sostenibilidad: Las metodologías indígenas, como el uso de abonos orgánicos y prácticas respetuosas con el ambiente, se integran a los sistemas de producción, reforzando un enfoque de respeto hacia los recursos naturales. La relación espiritual que las comunidades indígenas mantienen con la tierra también asegura un uso consciente y sostenible de los recursos.
- Fortalecimiento del conocimiento y prácticas tradicionales: A través de actividades como las mingas y el intercambio de semillas, las comunidades no solo protegen la biodiversidad, sino que también fortalecen la transmisión de conocimientos ancestrales sobre el uso y conservación de la flora. Esto aumenta la capacidad de adaptación de las comunidades frente a los cambios ambientales
- Estos impactos no solo contribuyen a la conservación de la biodiversidad local, sino que también ayudan a restaurar el equilibrio de los ecosistemas y a asegurar la sostenibilidad de los recursos naturales en el largo plazo.
PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD:
- Socialización y concertación inicial: Desde el inicio, se realizan encuentros comunitarios donde se socializan los objetivos y el desarrollo del proyecto. Este proceso involucra a todos los sectores de la comunidad, incluyendo hombres, mujeres, jóvenes, y mayores, permitiendo que cada grupo participe activamente en la toma de decisiones sobre la ubicación y manejo de las casas de semillas, huertas y viveros.
- Mingas y actividades comunitarias: En cada fase del proyecto se desarrollan mingas y jornadas comunitarias de limpieza, preparación del terreno y plantación de semillas. Estas actividades permiten no solo la participación de todos los miembros, sino también el fortalecimiento de lazos sociales y el intercambio de conocimientos entre generaciones.
- Capacitación en prácticas tradicionales: Los mayores y sabedores guían a los más jóvenes en el uso y conservación de las semillas mediante prácticas agrícolas ancestrales. Esto incluye técnicas de curación de semillas y uso de abonos naturales, lo cual contribuye a mantener y transmitir conocimientos ancestrales valiosos para la sostenibilidad ambiental
- Rol central de las mujeres: Las mujeres de la comunidad son fundamentales en el manejo y cuidado de las semillas y plantas medicinales. Su papel en la siembra y cuidado de las huertas y viveros es clave para la sostenibilidad de estos espacios y para asegurar la seguridad alimentaria y la autonomía de la comunidad.